Los más pequeños de la casa usan los dispositivos móviles desde edades cada vez más tempranas. Este acercamiento a las nuevas tecnologías les ayuda a mejorar sus habilidades tecnológicas, algo que les resultará básico durante toda su vida tanto personal como profesional.
Los padres, lejos de oponerse a esa curiosidad e interés de los menores por la tecnología, deben aprender a protegerlos de los contenidos inapropiados para su edad. De ese modo, este acercamiento se desarrollará en un ambiente lúdico y educativo, sin poner en riesgo su seguridad. Aquí te damos algunas claves para que los más pequeños usen la tecnología móvil de forma segura.
El principal problema es que muchos progenitores no saben exactamente cómo afrontar la protección de los dispositivos que están usando los menores, ni cómo implementar medidas de control parental.
Podemos adelantarte que, en realidad, esa protección está estrechamente relacionada con el diálogo y la confianza entre los menores y sus progenitores. Las aplicaciones de control parental solo son una herramienta que hace mucho más fácil y efectiva esa tarea.
Las herramientas de control parental permiten aplicar en un dispositivo una serie de normas y reglas de uso. Mientras se cumplen esas normas, el dispositivo se mantiene operativo con normalidad. En el momento en que una de ellas se incumple, el dispositivo se bloquea o impide la reproducción de un contenido no apropiado para la edad del usuario.
Esas normas pueden establecerse en forma de horarios semanales, en forma de horas de uso de unas determinadas aplicaciones o en otro nivel, el bloqueo de las conexiones a determinados sitios web.
Esta característica de las aplicaciones de control parental puede ser fácilmente interpretada como medida de castigo, tanto por parte de los menores, como de los progenitores. Ese es uno de los mayores errores que se puede cometer al dejar que los menores empiecen a usar la tecnología.
TOMADO DE computerhoy.com